Se ha reabierto un carril de la avenida Príncipe Alfonso tras meses de cierre por reparaciones en las cuevas del barrio La Esperanza. La concejala de Obras valora positivamente el avance de las obras y pide disculpas por las molestias. La intervención busca evitar nuevos colapsos y garantizar la seguridad de los vecinos.
Esta mañana se ha abierto al tráfico uno de los carriles de la avenida Príncipe Alfonso cortada desde hace meses como consecuencia de los trabajos de reparación de las cuevas del barrio La Esperanza cuyas ramificaciones afectan a esta importante vía de circunvalación de la ciudad. Las obras afectan al tramo comprendido entre las calles Albacete y García Pavón habilitándose esta mañana el carril exterior en sentido A-43.
La concejala de Obras, Carmen López, ha valorado muy positivamente esta noticia destacando el buen desarrollo de unas obras complicadas que se están ejecutando con precisión y según los plazos establecidos. López pide disculpas por los contratiempos que este corte está suponiendo, pero recuerda que se trata de garantizar la seguridad de los cientos de vehículos que transitan por esta avenida, muchos de ellos agrícolas y pesados. Según informa, el segundo carril de circulación se abrirá el tráfico cuando las obras de refuerzo hayan finalizado y con ello esté garantizada la seguridad del vehículos.
Esta incidencia responde a los trabajos de reparación de las cuevas del barrio La Esperanza que se está ejecutando para evitar nuevos colapsos y velar por la seguridad de los vecinos y sus propiedades. En la actualidad se está interviniendo en el cruce de la calle Almería con la avenida del Príncipe Alfonso, de ahí el corte de la avenida, al comprobarse la rotura de la tosca con el evidente peligro que esto supone por lo que se decidió intervenir en este punto ante el posible hundimiento del techo de la cueva. La solución, que está ejecutando una empresa local, consiste en una estructura lineal en la zona de rotura de la tosca y en puntos de refuerzo estudiados estructuralmente con una gran base de cimentación en el resto, todo ello para consolidar la cueva y evitar su colapso.
Se ha reabierto un carril de la avenida Príncipe Alfonso tras meses de cierre por reparaciones en las cuevas del barrio La Esperanza. La concejala de Obras valora positivamente el avance de las obras y pide disculpas por las molestias. La intervención busca evitar nuevos colapsos y garantizar la seguridad de los vecinos.
Esta mañana se ha abierto al tráfico uno de los carriles de la avenida Príncipe Alfonso cortada desde hace meses como consecuencia de los trabajos de reparación de las cuevas del barrio La Esperanza cuyas ramificaciones afectan a esta importante vía de circunvalación de la ciudad. Las obras afectan al tramo comprendido entre las calles Albacete y García Pavón habilitándose esta mañana el carril exterior en sentido A-43.
La concejala de Obras, Carmen López, ha valorado muy positivamente esta noticia destacando el buen desarrollo de unas obras complicadas que se están ejecutando con precisión y según los plazos establecidos. López pide disculpas por los contratiempos que este corte está suponiendo, pero recuerda que se trata de garantizar la seguridad de los cientos de vehículos que transitan por esta avenida, muchos de ellos agrícolas y pesados. Según informa, el segundo carril de circulación se abrirá el tráfico cuando las obras de refuerzo hayan finalizado y con ello esté garantizada la seguridad del vehículos.
Esta incidencia responde a los trabajos de reparación de las cuevas del barrio La Esperanza que se está ejecutando para evitar nuevos colapsos y velar por la seguridad de los vecinos y sus propiedades. En la actualidad se está interviniendo en el cruce de la calle Almería con la avenida del Príncipe Alfonso, de ahí el corte de la avenida, al comprobarse la rotura de la tosca con el evidente peligro que esto supone por lo que se decidió intervenir en este punto ante el posible hundimiento del techo de la cueva. La solución, que está ejecutando una empresa local, consiste en una estructura lineal en la zona de rotura de la tosca y en puntos de refuerzo estudiados estructuralmente con una gran base de cimentación en el resto, todo ello para consolidar la cueva y evitar su colapso.